Por Gemma Garcia Godall, CEO y Socia Fundadora del Instituto de Inteligencia Emocional

La Inteligencia Emocional es clave para la vida y para el trabajo y ya está demostrado en gran cantidad de estudios científicos. Sorprendentemente todavía hoy hay muchas personas que se resisten a reconocer y desarrollar esta habilidad.

Y las consecuencias son nefastas para la organización a la que pertenecen y para las personas que las rodean, para la sociedad en general, para la salud. Una persona tóxica en una organización tiene consecuencias irreparables y ¿por qué siguen en cargos de responsabilidad personas con nula Inteligencia Emocional? Ésta es la gran pregunta… 

En mi opinión hay 3 motivos principales:

1. El miedo del entorno a explicar lo que sucede… El responsable en muchos casos tiene influencia directa y decisión sobre nuestra permanencia en la empresa, sobre posibles promociones y sobre nuestra retribución! No es poco. ¿cómo vamos a sugerir que nuestro jefe es un “nulo emocional”? Hay que ser muy valiente para eso. Yo propongo a mis clientes siempre: ¡primero ayúdalo tú! Cualquier líder inteligente aunque pueda tener dificultad emocional, estará abierto a la mejora si percibe buena intención. Dando un buen feedback asertivo tú y el resto del equipo podéis ser la clave que le ayude a crecer como líder. ¿Qué es un líder sin su equipo?  
2. Su fortaleza, inteligencia estratégica y habilidad para manipular y tapar su ineptitud y para colgarse las medallas. En general las personas con menor habilidad emocional suelen tener gran coeficiente de inteligencia cognitiva y esto les convierte en grandes expertos en el arte de manipular. Son capaces de hacer creer a los demás que son imprescindibles, que el éxito depende de ellos y no del trabajo y esfuerzo de todo el equipo que los sufre. Las organizaciones están llenas de personas con mucha responsabilidad pero gran falta de sensibilidad humana, seguro que tu ya estas pensando en alguien ¿verdad?  
3. La falta de datos para objetivar algo que hasta hace poco era difícilmente medible. ¿Qué KPI mide la habilidad emocional de un líder? Por suerte hoy todo eso está cambiando. Plataformas de análisis de equipos como TeamEQ nos permiten descubrir cuál es el estado emocional de nuestros equipos y, de ese modo, identificar la correlación directa entre emociones compartidas y resultados.

Por suerte, la Inteligencia Emocional es algo moldeable y que se puede desarrollar, yo misma inicié mi carrera profesional con una base totalmente financiera y creyendo que los números, el análisis y los datos lo eran todo. Han sido los equipos con los que trabajé que me han hecho crecer. También he crecido a base de experiencias con otros líderes a los que yo llamo “sin carnet” (y luego entenderéis por qué) viendo lo que no quiero ser. Una vez un colega estando los dos a nivel ejecutivo liderando una gran organización y miembros del consejo de administración me dijo “ Si sacas este tema en el consejo te voy a tocar la nariz cada día”. Estas son de esas frases que no olvidas. Mi sorpresa fue mayúscula… recibí una amenaza directa y sin tapujos. Y lo mejor es que ya no me acuerdo de si saqué el tema en el consejo o no, sólo recuerdo que esa persona estaba en una situación de alto nivel de estrés y que no supo gestionar sus emociones en ese momento, ni yo tampoco supe como reaccionar, sencillamente me alejé de él y seguí otro camino, mucho más sano y nutritivo. De hecho fundé años después el Instituto de Inteligencia Emocional. ¡Por lo que le estoy muy agradecida! 

En el Instituto de Inteligencia Emocional definimos este concepto como “la habilidad para identificar, evaluar y gestionar nuestras emociones y la de los demás” y sabemos que hoy ésta es una competencia crítica y clave para el éxito profesional. 

Lo decía Goleman en su libro: “Si no controlas tus habilidades emocionales, si no tienes consciencia de ti mismo, si no eres capaz de controlar tus emociones estresantes, si no puedes tener empatía y relaciones efectivas, entonces no importa lo inteligente que seas, no vas a llegar muy lejos”.  

Quizás algunos líderes sin carnet tienen un cargo y un sueldo elevado pero ya os aseguro que no son felices. El desarrollo de la inteligencia emocional proporciona recursos clave para gestionar nuestra energía como seres humanos y el desarrollo del talento dentro de las organizaciones. Es posible encontrar formas de lograr los objetivos comunes de equipo y de empresa de una forma equilibrada y sana para toda la organización. El reconocimiento y gestión de las emociones del individuo y del equipo, son un factor clave para lograr una organización exitosa.

El líder con inteligencia emocional: 

• Guía al aprendizaje y mejora minimizando resistencias.
• Es capaz de liderar el cambio y hacia el cambio.
• Maneja los conflictos de forma creativa.
• Es capaz de alinear emociones y acciones hacia el objetivo. 
• Inspira para la innovación y la creatividad.
• Genera alta energía en el equipo y felicidad en su entorno.    

¿Y no es esto lo que queremos todos? ¿Qué tipo de líder quieres ser? 

Liderar un equipo sin una buena gestión de las emociones es como conducir un coche sin el carnet de conducir.  Por eso yo les llamo líderes “sin carnet” y éstos puede causar grandes daños, algunos irreparables. El líder con inteligencia emocional será capaz de guiar a la organización y al equipo al destino y además, ¡disfrutar del viaje!