¿Qué es lo que sueles hacer cuando te «cae un marrón»?
¿Eres de los que piensa «ya estamos otra vez, todo me pasa a mi» o piensas «bueno, vamos a ver como salimos de esta»?
Si eres del segundo tipo, es probable que tengas una capacidad de resiliencia alta. Si eres de los primeros ¡no te preocupes! la resiliencia se puede entrenar.
Por si la palabra te suena a chino, la definición de resiliencia es: capacidad para superar obstáculos y salir fortalecido de ellos.
¡Parece casi un súper poder! “¿Y tú Superwoman, que haces?”, “Yo, supero obstáculos y salgo fortalecida de ellos”
Pues lo mejor de todo es que no necesitas Superwoman para tenerlo porque tanto si has nacido con los circuitos de la resiliencia activados como si, ¡puedes entrenarla y que también sea uno de tus súper poderes!
Te daré dos datos te demuestran la importancia de que desarrolles tu resiliencia:
1-Según los estudios todas las personas pasarán por al menos 3 dificultades graves en su vida. Puede ser la muerte de un ser querido, un despido, un divorcio, un diagnóstico difícil, etc.
2– La depresión es la primera causa mundial de discapacidad según la OMS.
Como ves es un tema bastante serio. Por desgracia todos conocemos a alguien que no ha conseguido superar algún momento difícil o que está deprimido.
La resiliencia es el método preventivo más eficaz para conseguir superar las dificultades sin quedarse atascado en ellas.
Para desarrollar la resiliencia son fundamentales 3 cosas: las tres A de la doctora Rafaela Santos, presidenta del Instituto Español de Resiliencia.
Aceptación. La aceptación bien entendida (no la que a veces confundimos con resignación o conformismo) es la que nos da comprensión y apertura ante una situación difícil para comprenderla y si se puede cambiar, cambiarla y si no, aceptarla tal cual es.
La aceptación se diferencia de sus otras «hermanas» resignación y conformismo, en que con la aceptación no hay castigos divinos ni «es que todo me pasa a mí». Lo que hay son circunstancias que ocurren porque es lo que la vida te ha traído en este determinado momento.
Con la aceptación hay aprendizaje y bienestar. Con resignación y conformismo no.
Adaptación. Vivimos en un entorno VUCA (Volatility, Uncertainty, Complexity, Ambiguity). Con la llegada de la tecnología e Internet las cosas cambian a una velocidad de vértigo.
Es por esto que se hace imprescindible adaptarnos a los cambios ya que cuando no lo hacemos, se generan resistencias y en consecuencia sufrimiento.
Actitud. Esta es la A fundamental. La actitud al igual que la resiliencia también se trabaja. Y cómo quizá “trabaja tu actitud” se te hace muy grande, te lo desgrano en cositas que puedes hacer para tener una buena actitud que te ayudará a ser más resiliente:
-Trabaja tu optimismo sin ser flower power. Si te quejas mucho, obsérvate que pasa cuando lo haces. Está bien desahogarse pero la queja constante, te deja sin energía.
Tampoco vale echar balones fuera ya que esto te inmoviliza. Si no puedes elegir las circunstancias, al menos elige tu actitud. Eso siempre puedes hacerlo.
-Practica alguna actividad que te ayude a ser capaz de desconectar de los peliculones que nos montamos en la cabeza.
-Si tienes un problema, dibuja en un círculo las cosas que están dentro de tu área de influencia (las que dependen de ti) y las que están en tu área de preocupación (las que no dependen de ti)
-Practica la asertividad.
-Pide ayuda si la necesitas.
-Humor. Ríete tanto como puedas, la risa libera estrés y recarga energía
-Respétate y quiérete de verdad de la buena. Cuidado con cómo te hablas. Si un amigo te dijera las cosas que a veces te dices a ti mismo, no le volverías a hablar en la vida.
-Haz cosas que te sienten bien, sobre todo en los momentos de estrés. Prioriza tu bienestar.
¡Ejercita y disfruta de tu nuevo súper poder!