Cuenta el famoso historiador Youval Noah Harani que uno de los cambios más revolucionarios de la historia de la humanidad se ha producido a raíz de la creación de la ficción y de la comunicación.

Según Harani, un grupo numeroso de personas puede cooperar solo compartiendo creencias comunes. Tanto si hablamos de religiones, hitos, historias o informaciones, cuando el hombre ha empezado a utilizar la comunicación como instrumento de cohesión social ha podido gestionar realidades sociales mucho más complejas.

De la misma manera, en el ámbito profesional la comunicación sigue teniendo un puesto muy relevante, siendo el instrumento más potente para crear colaboración alrededor de un objetivo común.

Hablamos de comunicación efectiva cuando el mensaje se pasa de una forma eficaz, es decir, sin malentendidos y con una clara relación entre las expectativas y la realidad.

Como habrás experimentado, sobretodo en ámbito profesional, la comunicación es compleja porque entran en juego diferentes factores cómo las emociones, las diferencias personales y culturales y el objetivo personal de cada uno. ¡Cuidar la comunicación puede ser un verdadero elemento de cambio a nivel personal y de equipo!

El impacto de no hacerlo

Cada vez que no comunicamos de forma efectiva, tenemos diferentes riesgos:

1. Pueden surgir malentendidos: tendemos a interpretar los mensajes con nuestra perspectiva y nuestros ojos. Esto puede llevar a interpretaciones que cambian totalmente la percepción de la realidad, afectando a la armonía.

2. Pueden generarse conflictos: algunos de los conflictos más duros se generan por un diálogo que no ha tomado en cuenta el punto de vista de los demás, y donde el mensaje se ha pasado de forma inoportuna.

3. Puedes perder efectividad: una comunicación ambigua requiere un esfuerzo adjunto para aclarar el mensaje que se traduce en gasto de tiempo y energía.

4. Puedes perder transparencia: Algo muy común en las dinámicas de equipo es el secretismo o la poca transparencia. Cuando esto pasa, es inevitable caer en la desconfianza y en el poco compromiso del equipo.

En una comunicación efectiva ideal, la información y la acción representan el 70% del mensaje, porque son los elementos directamente conectados con el alcance de un objetivo.

La preparación de la conversación y las recomendaciones ayudan a dar el marco y el contexto para que todos estén alineados y todo el equipo trabaje para un objetivo común.

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